Ventajas de comer carne ecológica

Tras un vistazo rápido al mostrador de un supermercado o una carnicería, la carne ecológica y la carne procedente de ganadería intensiva pueden parecer, a priori, iguales. Pero, nada más lejos de la realidad, lo cierto es que las diferencias entre ellas son notables a simple vista y en profundidad. Si las ponemos en una balanza que mida sus características, las propiedades intrínsecas de la carne ecológica la hacen la opción más saludable y respetuosa con el medio ambiente.

Por suerte, cada vez somos más los productores que ofrecemos una alternativa más sana y sostenible a los consumidores. Elegir carne ecológica es una apuesta que asegura un proceso de producción que vela por nuestro entorno, el bienestar de los animales y por nuestra salud. Es decir, el consumo de carne ecológica tiene grandes ventajas a múltiples niveles respecto a otro tipo de carne.

1. Ventajas para el medio ambiente

La carne ecológica tiene un menor impacto medioambiental

Tal y como desarrollábamos nuestro artículo ¿Por qué la carne ecológica tiene bajo impacto ambiental?, las granjas dedicadas a la producción de carne ecológica tienen un impacto notablemente menor al de las granjas dedicadas a la ganadería intensiva. Este impacto afecta a distintas áreas, entre las que encontramos: el tipo de alimento ofrecido a los animales. Su cuidado y trato dentro de la granja. Un sacrificio respetuoso. Un especial cuidado con el tipo de envases elegido para su transporte y distribución. O un sistema de transporte que vela por reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.

Carne de calidad procedente de ganadería sostenible

Si nos centramos en los animales, éstos reciben un trato respetuoso y se les da libertad para alimentarse en entornos naturales al aire libre. Las terneras, cerdos, pollos o pavos disfrutan del contacto con la naturaleza y de una alimentación en pastos que han crecido de forma espontánea. De esta forma se reduce la cantidad de alimentos procesados que consumen y, por tanto, se reduce la cantidad de tierra y energía necesaria para generar estos alimentos.

Al mismo tiempo, los excrementos generados por los animales sirven de abono natural para el terreno. Este estiércol aporta a la tierra los nutrientes necesarios para renovarse naturalmente cada temporada y hacer de esta ganadería un proceso más sostenible. Un fertilizante libre de todo tipo de químicos o medicamentos.

2. Carne más sana y más rica

Sabor, color más intenso y textura más suave

Comenzábamos el artículo diciendo que es fácil confundir la carne ecológica y no ecológica de un mostrador, pero realmente, si nos fijamos en unos pequeños detalles, las diferencias saltan a la vista. Te explicamos con detalle ¿Cómo identificar una carne 100% ecológica?.

Lo más visual es el color. La carne ecológica tiene un color más intenso que otros tipos de carnes. Se pueden comparar fácilmente dos piezas de ternera porque la ecológica destaca por un color rojo más intenso.

La diferencia se notan también en el paladar. Una ventaja indiscutible de la carne ecológica es su sabor. Gracias a la vida que han llevado los animales, pudiéndose mover libremente por entornos naturales amplios, la carne tiene una mayor palatabilidad, con un sabor más agradable, intenso y puro. Al mismo tiempo, nos ofrece una textura más suave y ligera que aporta más gusto.

Mejor para nuestra salud: más nutritiva, sin hormonas ni químicos.

La carne es un alimento recomendado por los nutricionistas para mantener un estilo de alimentación equilibrado y sano. Entre toda la oferta disponible, la elección de la carne ecológica es una apuesta segura por la salud.

Los animales han disfrutado a lo largo de su vida de unos cuidados que han permitido su bienestar sin recibir químicos que manipulen su desarrollo. Han crecido de forma natural, sin hormonas externas que aceleren el crecimiento o intensifiquen su musculatura. Por ello, la carne ecológica, bajo una estricta regulación y supervisión, está libre de antibióticos, hormonas y otros componentes presentes habitualmente en carnes de producción intensiva.

Nutricionalmente hablando, la carne ecológica nos aporta proteínas, vitaminas y antioxidantes. Una elección de calidad en nuestra dieta que redunda de forma directa en un mejor estado de salud.

3. La carne ecológica asegura un comercio más justo y sostenible

Además de sus propiedades para la salud y el respeto al medio ambiente, la carne ecológica tiene una característica que la diferencia de forma bastante clara con otro tipo de carne: su precio. Comparativamente hablando, la carne ecológica tiene un coste ligeramente superior a la carne procedente de ganadería intensiva, pero esta diferencia es un reflejo directo de todo el proceso de producción y una apuesta por la calidad.

A día de hoy el precio es una condición determinante a la hora de escoger un producto; sin embargo, siguiendo una serie de pautas, es posible consumir productos de calidad sin aumentar el gasto doméstico.

Comprando carne ecológica se contribuye a un mercado más sostenible, respetuoso y, sobre todo, más justo. Comprando carne ecológica, se apoya a una economía que se esfuerza por cuidar el planeta y a los pequeños y medianos productores -como Campos Carnes Ecológicas-, que estamos preocupados por el bienestar de los animales y nuestro impacto en el entorno.


En definitiva, como hemos visto, entre toda la oferta de carne que podemos encontrar en un supermercado o en una carnicería, escoger un consumo de carne ecológica tiene grandes ventajas tanto para la salud como para el medio ambiente. Una opción más sostenible que contribuye a una economía más justa y a un sistema más respetuoso. Poco a poco, y gracias al gran esfuerzo de productores como Campos Carnes Ecológicas, los consumidores tienen cada vez más posibilidades para escoger en sus comercios de confianza la mejor opción para su salud y el medio ambiente.